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Desde el martes 29 de diciembre a las 9 empezará la vacunación contra el coronavirus en San Juan. Serán las primeras inmunizaciones, reservadas para los médicos y profesionales que están en contacto directo con el virus desde que empezó la pandemia.

Tanto para ellos, que serán los primeros, como para el resto que deberá esperar a que llegue su turno según nivel de urgencia, recorrió las instalaciones del Estadio Aldo Cantoni para saber de primera mano cómo será el operativo. Desde el interior, en el que ya están preparadas las instalaciones, también hubo oportunidad de que funcionarios salvaran algunas dudas de cómo se trata a la vacuna.

Grupos de cinco e ingreso estrictamente controlado 

Los que deben vacunarse llegarán este martes a demanda siempre y cuando pertenezcan al grupo de personal prioritario, según confirmó el secretario de Medicina Preventiva, Matías Espejo. Tras una primera jornada de vacunación «por orden de llegada», personal de Salud analizará si la estrategia es la mejor o si implementarán otros sistemas, como por ejemplo que se organicen según hospital o finalización de número de documento.

Al llegar al Aldo Cantoni, los profesionales deberán realizar una fila dentro de un vallado que ya se encuentran instalando. Esto es tanto para ordenarlos como también para que permanezcan alejados de las personas en tránsito o los que están asistiendo al estadio a hisoparse.

Luego de esto entrarán por la puerta D del Cantoni y adentro los organizarán en grupos de 25 que esperarán en el interior su turno de pasar a las islas de vacunación. La colocación de la vacuna se realiza con cinco personas a la vez. Esto se debe a que la Sputnik viene en un vial (frasco) que alcanza para esa cantidad. Una vez están las cinco personas listas, los vacunadores descongelan las dosis, las colocan y ese grupo pasa a una zona de espera, mientras repiten el proceso.

El tiempo entre el descongelado y que la vacuna ya no pueda utilizarse es de alrededor de 30 minutos, por lo que quieren optimizar este proceso todo lo posible y para eso estarán trabajando un vacunador, voluntarios y también alguien que toma los datos.

La zona de espera es para que los recién vacunados esperen 15 minutos bajo supervisión médica para descartar alguna reacción alérgica. Incluso hay una sala de shock para casos que puedan darse.

Tras esto, los vacunados se retiran del lugar por una puerta diferente y en 21 días más volverán para la segunda dosis prevista de la vacuna.

La cadena de frío, un factor fundamental

Si bien la Sputnik V tiene un requirimiento de frío mucho menor que el de otras vacunas en desarrollo, ya que pide -18 ºC mientras por ejemplo la Pfizer exige -70 ºC, mantenerla estable es uno de los desafíos de la campaña.

Marita Sosa, la titular del Vacunatorio Provincial, explicó a este medio que traer las vacunas contra el coronavirus ha significado un “reaprendizaje” casi total. Es que las inmunizaciones que se encuentran en el mercado suelen llegar con condiciones más fáciles para el uso y, por ejemplo, la mayoría no debe congelarse nunca. En cambio, todos los laboratorios han desarrollado vacunas que sí o sí piden frío.

La ventaja que ha tenido la provincia y el mundo es que, al ya saber esto, han preparado los equipamientos. Las cámaras del vacunatorio, por ejemplo, se adaptaron para los nuevos rangos de temperatura.

Además, las dosis no llegaron en cajas normales. Tal como se pudo apreciar, fueron trasladadas en envases de telgopor, pero en el interior había además dos secretos extra: por un lado placas con una solución especial en todos los costados y las tapas, que además de generar más frío, también suman a la capacidad aislante, y hielo seco. Gracias a eso, las cajas pueden sostener la temperatura más de 96 horas. Además, es segura la apertura por unos segundos, esto no corta la cadena de frío en ambientes controlados, explicó la especialista.

fuente : Diario Huarpe

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