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Ruth Rosales llegó desde el Sur a la casa de su madre, para pasar las vacaciones y vivió un duro momento. Su hija de dos años jugaba en un juego de una plaza al que le faltaba una madera, cayó por el hueco y quedó enganchada. Al ver que estaba sangrando tuvo que pedir una ambulancia y llevarla al hospital de la zona, donde le hicieron varios estudios y la curaron. Ahora, decidió denunciar el caso para que “nos les pase lo mismo a otros niños”.

“Esto sucedió hace más de una semana. Eran como las 23 y mi hija más chiquita siguió a su hermana y se subió cuando me acerqué a bajarla vi cómo caía por el hueco. Tuve que sacarla porque quedó enganchada boca abajo. Cuando la miré vi que le salía sangre de la nariz y la boca, nos asustamos muchísimo. Tuvimos suerte”, reveló la mujer sobre el episodio que vivió en la plaza principal, ubicada frente a la Municipalidad.

Y agregó que “yo fui en ese momento a la Comisaría a poner la denuncia, pero no me la quisieron tomar y después me dijeron que tenía que ir a la Ciudad a buscar un médico legista, pero era muy complejo para mí hacer eso. Después hablé con la guardia de seguridad que estaba en la plaza y me dijo que ya habían avisado que los juegos estaban rotos, pero no habían tenido respuestas. Ahora, veo que el juego sigue igual y pensé en hacerlo”.

Para terminar: “No hay ni siquiera un cartel que indique a los padres que el juego está roto. Y yo no quiero que esto le pase a otro niño”.

fuente: diario cuyo

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