Spread the love

El próximo 26 de agosto inicia la fase clave en el juicio oral al boxeador Amilcar Funes por el crimen del peluquero Sergio Montenegro. En ello, su defensa intentará demostrar la inocencia de joven que quedó complicado por la posesión del teléfono del hombre que falleció de una golpiza brutal por una presunta disputa por dinero y drogas.

A tres años del hecho, Funes afronta el proceso frente al juez Maximiliano Blejman y su tribunal en la Sala III de Cámara Penal. En la búsqueda de sostener su inocencia, argumentando que esa noche estaba celebrando su cumpleaños y que solo tomó contacto pasajero con el celular, el expúgil llega al proceso representado por la defensora oficial Mónica Sefair.

La abogada señaló que «vamos a pedir todas las testimoniales que hagan falta porque él sigue manifestando que es inocente; que no estuvo en el lugar. Hay una llamada telefónica que no se ha podido obtener detalles específicos; es decir qué le dijeron. Sabemos quién lo llamó pero no tenemos la sábana de esa conversación y esa llamada sería clave. La charla habría sido cuándo le ofrecieron el teléfono».

Amilcar Funes sostuvo desde el principio que no conocía a Sergio Montenegro y nunca estuvo en su peluquería, en Avenida de los Ríos. Siempre en boca de su defensa, argumentó que el día del crimen (3 de junio de 2016) festejó su cumpleaños, en su casa, desde las 22 hasta las 5 de la mañana, momento que se acostó.

Al festejo habían asistido alrededor de 15 personas que, en su momento, fueron presentadas como testigos. El peritaje del IP y las llamadas del celular afirmaron que el teléfono estuvo en posesión de Funes, quien reconoció ante el magistrado en octubre de 2016 que le llegó a través de Jonathan Torres, después de la fiesta.

«Funes estuvo en posesión del aparato entre las 10 de la mañana y las 22. Como a las 19 se dio cuenta que podía tener vinculación con Montenegro y fue a la casa del señor Torres y se lo devolvió», señaló su defensora en ese entonces Lorena Lara. La letrada señaló que en indagatoria el joven dijo que no hizo la denuncia por no querer «quedar pegado» al caso, ya que tenía una pelea internacional en poco tiempo más.

Sin embargo, el boxeador vio trunca su carrera con la imputación y traslado al Penal de Chimbas. Ahora, espera la definición de la Justicia.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *