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Dialogamos con Hernán Gómez, quien sufre de toxoplasmosis y perdió su visión, el joven nos relata su historia de vida y como lucha día a día para no sentirse discriminado y ser una persona feliz.

Hernán nació con una enfermedad que se llama toxoplasmosis, la misma la detectan a los tres meses de vida, generándole ciertos inconveniente en su organismo, haciéndolo más vulnerable y afectando la zona digestiva, el nos comenta como fue su infancia, Hernán: Cuando era pequeño trataba de hacer una vida normal, jugaba con mis amigos y compañeros de escuela, pero siempre me enfermaba, algún resfriado, algo. Cuando hacia gimnasia mi mama tenia siempre que llevar algún certificado médico porque solía estar enfermo o repercutía en mi físico después, comenta el joven.

Le consultamos como era el trato con los otros compañeros, Hernán: Al principio bien, pero un día, cuando tenía once años, jugando a la pelota en mi escuela, la Esc. Montessori, sufrí un pequeño accidente, yo estaba atajando y cuando salí a evitar que me hicieran un gol, por esquivar al otro chico, me golpeé contra el piso, la parte derecha de mi cabeza, seguimos jugando y un chico dice, para estas sangrando, y ahí me di cuenta que me había lastimado porque tenía todo la ropa con sangre, y me llevaron al hospital, donde me hicieron puntos.

Cuando llego a casa mi madre se da cuenta y se preocupo, pero bueno ya había pasado. Al tiempo noto que empieza a disminuir la visión, y comienzo a utilizar lentes y cada vez con mayor aumento, esto me genero mucho dolor en su momento, porque se me burlaban por usar ese tipo de lentes y los profesores tenían que hacer las letras más grandes para que yo pudiera ver. Luego al tiempo, cuando veo que mi visión sigue empeorando vamos al oculista, y ahí descubren que se me habían desprendido las retinas, el médico le explica a mi mama que había que realizar una operación y que iba a salir todo muy bien. Me opero y la operación salió todo muy bien, al mes, veo que vuelvo con el mismo problema y me vuelven a revisar y me dicen que nuevamente se habían desprendido las retinas. Me realizan estudios nuevamente y esta vez los médicos vienen y le dicen a mi mama que no se podía hacer la operación, que iba hacer en vano, porque había tomado la toxoplasmosis esa zona también.

Hernán nos relata que luego de esta situación, al año vuelve a la esculla, pero ya con el sistema braille, el cual una profesora lo aprendió para que el pudiese sentirse parte del curso, en la Esc. Juan de Dios Flores, le preguntamos qué cambio de su vida desde ese momento, Hernán: Todo cambio, pero nunca baje los brazos, llevo esta enfermedad y mi falta de visión como puedo, pero sin perder la fe, soy muy creyente, agradezco a mi madre el apoyo de cada día, me gustaría hacer más cosas pero entiendo mi situación, les digo a la gente que atraviesa este tipo de enfermedad que no baje los brazos que sigan luchando, se puede seguir adelante con fe, finaliza Hernán Gómez.

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