Spread the love

Salvo un viraje de último momento, cuando Sergio Uñac abra el periodo de sesiones ordinarias  de la Legislatura el próximo martes 3 de abril llegará con un proyecto de alto impacto debajo del brazo, para modificar el Código Electoral y posibilitar el adelantamiento de los comicios en San Juan, trayéndolos al primer semestre de 2019.

Hoy tiene una limitación por ley que se puede salvar con una reforma sencilla de apenas un par de artículos, reveló una fuente calificada a este medio de manera exclusiva.

Podría sonar apresurado traer ahora el debate a la Cámara de Diputados faltando tanto tiempo para 2019. Sin embargo, Uñac estará en el límite del plazo que le impone el propio Código Electoral para hacer modificaciones de este tipo. Son 18 meses como mínimo, antes de la convocatoria a elecciones generales que debería hacerse en octubre. La cuenta regresiva indica que el cambio debe aprobarse en abril a más tardar.

El martes 3 de abril, en la apertura de sesiones, seguramente será consagrado a escuchar el mensaje anual del gobernador. Los legisladores pasarán a un cuarto intermedio para el día siguiente o el jueves 5 de abril. Y luego vendrá la segunda sesión ordinaria, el jueves 12 de abril. Ese sería el día clave del tratamiento sobre tablas, deslizó la fuente. El viernes 13, a más tardar, si existiera una convocatoria especial.

El Código Electoral vigente establece en su artículo 38 que el gobernador debe convocar a elecciones generales en un plazo acotado, de entre 60 y 120 días antes de finalizar el mandato. Por lo tanto, Uñac sólo tendría la posibilidad de hacerlo en el segundo semestre de 2019, entre julio y octubre.

Según la ley vigente, las primarias serán convocadas por el Ejecutivo con una antelación no menor a 100 días y serán celebradas dentro de un plazo no inferior a 120 días de la elección general. En un eventual adelantamiento, las PASO sí podrían caer en el primer semestre de 2019. Pero el foco está puesto en la votación final, la que define.

La evaluación que hace el gobernador –según indicó la fuente- no solo es desdoblar las elecciones provinciales con respecto a las nacionales sino, en conjunto con otras provincias peronistas, hacer el llamado en el primer semestre. Ir por la reelección y ganar su segundo mandato consecutivo antes de que la ciudadanía siquiera se plantee la sucesión presidencial o la continuidad de Mauricio Macri. El efecto sería múltiple.

Cada distrito se enfocaría en su propia realidad interna, sin importar para dónde vaya la ola nacional. Además, los caciques de la liga justicialista podrían encarar el segundo semestre con jinetas renovadas y peso específico propio –los ganadores- para plantarse de otra manera en la discusión interna del peronismo. Unidad sí, pero con los más votados en condiciones de conducir. Y el resto, de acompañar.

Será un “termómetro”, definió un alto funcionario involucrado en la cocina del anteproyecto y en los vaivenes de la reconstrucción del PJ.

Si bien no trascendió la letra fina de la reforma electoral que analiza el gobierno provincial por estas horas, la fuente reconoció que “con un par de artículos” alcanza. En términos legislativos, sería una cuestión sencilla. Los números en la Cámara de Diputados alcanzan para avanzar sin mayores contratiempos para el oficialismo.

Cobra sentido ahora, aquella primera referencia al desdoblamiento de elecciones que hizo el gobernador el pasado lunes 12 de marzo, en una rueda de prensa en las afueras de la Sala Rogelio Cerdera. Entonces dijo que sería una decisión a tomar y anunciar en el transcurso del primer semestre de este año. En aquella ocasión sonó apresurado el plazo autoimpuesto. Pero los tiempos están marcados de esa manera por la ley vigente.

Desenfundó los primeros argumentos el gobernador, anticipándose a los cuestionamientos por el gasto que ocasiona el desdoblamiento y por la “molestia” para los votantes, al tener que asistir al cuarto oscuro más veces. «Uno debería quejarse de no votar, de no poderse expresar. Si establecemos que nosotros por una cuestión operativa práctica debemos separarla para concentrarnos en la política provincial, lo haríamos y le explicaríamos a los sanjuaninos por qué lo hacemos», sostuvo.

También deslizó que las PASO no se eliminarán en la provincia, en tanto y en cuanto tampoco desaparecerían del plano nacional: «Nación las mantiene, nosotros correríamos la misma suerte», advirtió.

Si será o no motivo de fricción con el gobierno nacional una jugada política de esta naturaleza, solo el tiempo lo pondrá de manifiesto. Por ahora, la única palabra oficial escuchada al respecto, fue la del ministro del Interior, Rogelio Frigerio, el 15 de marzo en San Juan. Se declaró respetuoso el federalismo y la autonomía de las provincias para hacer sus propios llamados a elecciones.

Pero también deslizó una suerte de advertencia: “Ojalá si hay elecciones separadas de las nacionales se puedan poner de acuerdo los gobernadores para ser en dos o tres domingos, no que cada provincia ponga la elecciones en domingos separados y estemos en vilo los argentinos durante un año pendientes de elecciones”. Uñac debió escucharlo bien, porque estaba a su lado.

Una última consideración abriría la eventual reforma del Código Electoral y la convocatoria a elecciones provinciales en el primer semestre de 2019: ¿qué pasará con los municipios alineados con Cambiemos? ¿Se despegarían del llamado provincial intendentes como Marcelo Orrego, en Santa Lucía, o Fabián Martín, en Rivadavia, pagando el gasto del operativo de sus propias arcas? Paso a paso, diría el célebre DT. Primero habrá que esperar que mueva Uñac.

Fuente: tiempo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *