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Lo que llamó la atención fue que la vieron “gordita”. Y lo que parecía un tema sin importancia, empezó a complicarse cuando después de algunas consultas médicas ordenaron hacer una ecografía y saltó que la chica de 13 años llevaba un embarazo de 7 meses de gestación. Al tiempo la criatura nació y, aunque la niña no quiso decir quién era el papá de ese bebé, tarde o temprano se supo: el que había abusado de ella era su propio padre biológico.

El caso todavía está en etapa de investigación y de lo único que existe certeza es sobre la paternidad de la criatura. Una prueba de ADN reveló que la beba nacida el 3 de marzo último es hija de ese hombre de 53 años, que también es su abuelo. El resultado tiene una certeza de 99.99 por ciento y no deja margen de dudas, tanto que el juez Martín Heredia Zaldo, titular del Cuarto Juzgado de Instrucción, ordenó  días atrás que detuvieran al sujeto, indicaron fuentes judiciales. El hombre está imputado de abuso sexual con acceso carnal, agravado por el vínculo, en concurso ideal con el delito de corrupción de menores, también agravado por el vínculo. Durante la indagatoria se abstuvo de declarar y ahora se encuentra detenido en el penal de Chimbas.

La mamá de la nena denunció el hecho en febrero último, cuando se enteró casi por casualidad de que la niña estaba embarazada de 7 meses. La veía “gordita”, habría relatado en principio, pero posteriormente la llevaron a examinar con unos médicos y éstos sugirieron que le practicaran una ecografía. Así confirmaron que la chica de 13 años estaba esperando un bebé.

La gran pregunta era quién había abusado de la niña, dado que ella no quería decir nada. En la entrevista a través de Cámara Gesell, tampoco aportó mucho. Habría relatado que un sujeto encapuchado la atacó y la agarró cuando pasó por un predio ubicado frente a su casa y que allí la violó. La versión no convenció a nadie. De hecho, el juez Martín Heredia Zaldo dispuso que extrajeran muestras a tres hermanos y un tío  – los únicos hombres de la casa- de la menor para una prueba de ADN. Esos exámenes arrojaron resultados negativos y la incógnita continuó. Entonces surgió la pregunta acerca del papá de la niña. Ante eso, la mamá contó que estaban separados hace tiempo, pero que de vez en cuando el hombre veía a sus hijos, en especial con la nena. Fue así que el juez ordenó que ese hombre también se sometiera a una prueba de ADN. El informe genético dio un dato revelador:  el padre de esa criatura recién nacida era él.

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