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Durante el fin de semana, al menos siete locales gastronómicos -entre ellos dos ex boliches reconvertidos- fueron clausurados por no hacer cumplir los protocolos sanitarios establecidos para evitar el contagio de coronavirus en la provincia y, mediante la Justicia de Faltas de San Juan, recibirán una sanción económica por ese motivo.

Según explicó el juez del Tercer Juzgado de Faltas Enrique Mattar, habrá una multa para los incumplidores de las medidas sanitarias dispuestas aunque no adelantó de cuánto será. Lo que sí advirtió fue que se tendrá en cuenta este tipo de situaciones a futuro por las reincidencias y las posteriores habilitaciones.

Con la necesidad de hacer respetar las medidas de prevención de la propagación del virus, inspectores de Leyes Especiales, el Ministerio de Gobierno, el Ministerio de Turismo, de Salud Pública y municipios de Capital, Chimbas, Rivadavia y Rawson conformaron operativos que dejaron al descubierto a estos lugares donde, a juzgar por las clausuras, la pandemia parecía no existir.

El viernes 13 de noviembre el local de Parrilla Doña Cledy y un drugstore en Caucete fueron hallados en off side, al igual que en Capital, en el bar Coco Bongo. También se labró un acta de infracción en un local de comidas y bebidas en Rivadavia. El sábado 14 de noviembre, fueron clausurados la Parrilla Los Juanes y un café ubicado en General Acha y Avenida Ignacio de la Roza, en Capital. En Rawson, se encontró en infracción al restobar La Ostia, mientras que en la madrugada del día domingo 15 se detectó el incumplimiento de los protocolos en el bar-discoteca Quattro.

Las medidas de cierre inmediato fueron determinados por los agentes de control y luego ratificadas por el juez, quien indicó que en los próximos días los propietarios desfilarán por su juzgado para hacer los descargos correspondientes. «Va a haber multa en todos los caso, pero es necesario que también declaren su versión. Hay que escuchar y ver qué tan grave o no fueron las irregularidades», manifestó.

Ante el planteo que podría existir de parte de los clasurados, sobre la imposibilidad de ejercer un control exhaustivo en el comportamiento de sus clientes, Mattar respondió de forma contundente: «Si no pueden garantizar el cumplimiento de los protocolos, entonces no pueden abrir, no están preparados para ello. Hay que ser conscientes del momento en el que vivimos y tratar de evitar el contagio».

En esa misma línea, el juez decretó: «Los dueños de los locales que reciben gente deben instrumentar los sistemas necesarios para que se cumplan las medidas sanitarias. Nadie se puede excusar en su propia torpeza. En esto tenemos que ser responsables todos».

Los lugares que más polémica generaron fueron las ex discotecas que inauguraron el fin de semana último, por la conducta de las personas que allí estaban. Videos que circularon en las redes sociales mostraban a los clientes bailando sin respetar la distancia y sin barbijos.

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