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Ya pasaron cuatro meses desde que estalló el escándalo de ribetes sexuales que salpica al ex intendente Julián Gil y otros dos personajes cauceteros. Es por el caso de abusos que denunció una joven, quien no sólo acusó a su padre de someterla, sino también de prostituirla con otros hombres reconocidos del departamento a cambio de favores políticos y negocios. Finalmente, el juez Guillermo Adárvez, a cargo del Tercer Juzgado de Instrucción, dictó falta de mérito para los 3 acusados. Si bien es un gran alivio para los imputados ya que están a un paso de zafar, aún no fueron desvinculados por completo de la causa.

En la jornada del viernes, este medio consultó con altas fuentes judiciales sobre el caso y respondieron que aún no avanzaba. Luego, uno de los abogados defensores, Federico Petrignani, afirmó que el caso ya había tenido una resolución en primera instancia y era la falta de mérito para los tres, quienes estaban acusados de corrupción de menores y promoción de la prostitución.

Esta causa es un desprendimiento de la ya iniciada en noviembre del año pasado en el Primer Juzgado de Instrucción por la denuncia de una chica que aseguró que su padre –un comerciante caucetero- la sometía sexualmente desde los 13 años y la entregaba a otros personajes conocidos de Caucete. El caso estuvo en manos del ex juez Benito Ortiz. Tras su renuncia, provisoriamente se hizo cargo el juez correccional Matías Parrón, que en marzo último procesó con prisión preventiva al comerciante caucetero de 41 años por los delitos de abuso sexual con acceso carnal, promoción de la prostitución infantil y promoción a la corrupción de menores, todo esto agravado por el vínculo.

Ampliación

Hasta ahí, la causa tenía como único acusado al padre. Sin embargo, del testimonio de la joven surgió la sospecha sobre otros hombres. Esos supuestos “clientes” o amigos -que no identificó, en principio-, a los que su padre supuestamente entregaba como objeto sexual, a cambio de favores. La situación se agravaba más porque se dejaba entrever que ella menor.

En ese momento, el fiscal Renato Roca y el defensor del principal acusado pidieron que la chica ampliara su declaración. Fuentes judiciales señalaron que, en ese nuevo testimonio, fue que mencionó al ex intendente Julián Gil, al puntero político y también ex presidiario Silvio Ibáñez y a Emilio Mendoza Mereles, hijo del ex intendente Emilio Mendoza, como tres de los hombres que estuvieron con ella.

Para ese entonces, ya estaba a cargo el juez Guillermo Adárvez –también como subrogante-. Fue así que, en agosto pasado, el fiscal Roca pidió a ese magistrado que cite a indagatorias a Gil, Ibáñez y Mendoza por la posible comisión de un delito sexual contra esa joven. El juez hizo al lugar y hasta fijó fecha para tomarles declaración: estaban previstas para el 25, 26 y 27 de ese mes. Sin embargo, todo quedó en la nada.

Muchas vueltas

A los días asumió la jueza Gema Guerrero en el Primer Juzgado de Instrucción. Ahí nomás, la magistrada se declaró incompetente y se apartó del caso en razón de que conocía a uno de los imputados. Esto generó más demoras. El expediente pasó al Segundo Juzgado de Instrucción, pero, por cuestiones del azar, la Corte puso a la jueza Guerrero a cargo de ese juzgado, subrogando al ex juez Pablo Flores. Como era de suponer, la magistrada volvió a inhibirse y giró la causa al Tercer Juzgado de Instrucción. Es decir, el expediente cayó de nuevo en manos del juez Adárvez, el mismo que fijó indagatorias de Gil, Ibáñez y Mendoza para fines de agosto.

Entre el parate por la pandemia, los problemas de personal y las prioridades del juzgado, la causa fue quedando de lado. La cuestión es que no se volvió a hablar de las indagatorias. Fuentes judiciales dijeron que pidieron nuevas testimoniales, por eso no fijaron fecha. Finalmente, el juez dictó la falta de mérito para los tres.

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