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El encierro y el cuidado del cuerpo son una mala combinación. Según reveló una encuesta de la Sociedad Argentina de Nutrición, 8 de cada 10 argentinos subió de peso durante la cuarentena.

«El aumento de peso no eso solamente por no hacer actividad física y comer otras cosas, también infiere no dormir adecuadamente y no tener un rutina», explicó la licenciada en Nutrición Luciana Aressi en declaraciones a Elonce TV. Además advirtió que tiene otros efectos, como trastornos en el sueño.

Y agregó que «trabajo con muchos deportistas y les pasa que no han cumplido los objetivos, aumentan la masa adiposa, están desordenado con las comidas y eso lleva al sobre peso».

Por su parte, el Instituto de Tecnología de Universidad Argentina de la Empresa (UADE) realizó una encuesta con el objetivo conocer los hábitos alimentarios y de actividad física durante este tiempo. La misma estuvo dirigida a residentes de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires.

El estudio mostró que más del 80% de las personas encuestada ha salido al menos una vez de su domicilio durante el periodo analizado, las cuales en promedio lo han hecho, tres veces por semana. Los principales motivos de las salidas fueron a realizar comprar indispensables por falta de comida y/o querían productos frescos. Sin embargo, entre un 15 a 22% utilizó las salidas como forma de despejarse.

Los servicios de entrega a domicilio de productos han sido utilizados solo por el 35% de los encuestados, con un promedio de dos pedidos en el período estudiado. El 31% ha realizado pedidos de comida lista a domicilio (delivery) y, en promedio, realizaron también dos pedidos durante el aislamiento.

En relación con la higienización de los productos adquiridos, el 92% de los encuestados realizó la limpieza algún tipo de producto (frescos y envasados). El 61% los lavó con lavandina diluida con agua, un 18% con alcohol diluido con agua y un 21% con otros productos.

Además, el aumento del tiempo libre llevo a que más de la mitad de los encuestados preparan comidas que antes no solían cocinar. Uno de los cambios de comportamiento que se han visualizado durante el aislamiento es el comer por aburrimiento.

El agua ha sido la bebida más elegida, en un 65%. Mientras que el alcohol como bebida preferida no superó el 2,5 % de la población encuestada. Entre las bebidas alcohólicas más elegidas, está el vino y la cerveza con más del 40% y 30% respectivamente. A su vez, el mate es la infusión preferida; y más de la mitad de quienes toman mate lo comparten con las personas que conviven.

En cuanto a la actividad física, el 60% de los encuestados tenía el hábito de realizar actividad física previo al aislamiento. El uso de internet para realizar actividad física fue utilizado por el 40% de los encuestados. En cambio, el uso de la tecnología para comunicarse con familiares y amigos en momentos como cenas, fiestas o reuniones virtuales, fue en un 28%.

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