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Así lo contó Rosa a DIARIO MÓVIL. La mujer pasó los últimos 6 años en diálisis. Su hijo quería ser su donante desde que cumplió 18 años, pero ella no estaba de acuerdo entonces. Así que él empezó a hacerse los estudios de compatibilidad en secreto para poderle dar a su mamá mejor vida. Y ¡lo lograron! Hoy están de alta ambos.

Esta semana una humilde familia caucetera fue noticia por un gran acto de valentía. El hijo le donó un riñón a su madre, para que deje de dializarse y tenga mejor calidad de vida. Pero además, la historia tiene un trasfondo muy tierno. Oscar hizo todas las averiguaciones y estudios de compatibilidad casi a escondidas de su mamá Rosa. Él a los 18 ya quería ser su donante pero su mamá tenía dudas. “Yo le rogaba a la virgen de Guadalupe que apareciera otro antes que él, que a los 21 ya iba a poder ser donante por ley”; contó Rosa a DIARIO MÓVIL. La mujer charlaba como si estuviera en la comodidad de su casa, aunque estaba todavía en el hospital.

“Gracias a Dios mi hijo está muy bien y ya en casa. Yo estoy como si no hubiera tenido nada. Ha sido una recuperación muy rápida. El quería que yo disfrute, que me vaya a ver a mi única nieta sin pensar si al día siguiente tenía que ir a la clínica. O de vacaciones, porque las vacaciones nuestras para mi son ir a la Difunta Correa a la sombra de un algarrobo y cebarme unos mates. Pero siempre pensaba que tenía que volver a horario para lavar todo y prepararme para el día siguiente ir a la diálisis”, recordó Rosa.

Y contó que se enteró del donante, como de sorpresa. Incluso confiesa que entró en depresión porque no lo aceptaba. Pero pudieron informarse y acceder a la operación de transplante en San Juan, en la flamante fase 3 del hospital público.

“MI HIJO TIENE UNA VALENTÍA QUE NO SÉ EXPLICAR. “Y SI LO TENGO QUE VOLVER A HACER LO HAGO”, ME DIJO”

“Muchos creen que se van a morir en esto, pero no. Yo iba a reuniones y fiestas de mi otra familia que son los compañeros de la diálisis del CIMAC. Estuve 5 años ahí más uno en el Hospital Rawson. Fueron 6 años en lista de espera por un transplante. Y finalmente llegó el día. Veníamos en la combi del municipio los dos muy tranquilos, con una sola muda de ropa y no le habíamos dicho a nadie salvo a los que nos ayudaron a llegar. Llegamos a las 6. Entramos a quirófano y salimos a las 14. Y cuando nos reencontramos lo primero que hizo mi hijo fue mirar la bolsa de orina y me dijo que parecía que el riñón ya estaba funcionando ahí nomás”.

Después estuvimos en Terapia Intensiva pero por protocolo de los médicos. Y al día siguiente en el área de Clínica Médica que es un lujo, lo estamos estrenando a nuestro hospital. Casi no dan ganas de irse. El personal desde los médicos, los residentes, las enfermeras, el kinesiólogo; todos son excepcionales. Y los cirujanos que me operaron son de acá también”

“YO SOY MUY AFORTUNADA Y ESTOY MUY CONTENTA. ANÍMENSE A DONAR, SÁQUENSE LAS DUDAS, VENGAN AL HOSPITAL A QUE LES INFORMEN”.

A los sanjuaninos Rosa les dice “que no tengan miedo de dar una oportunidad, a un familiar o a un amigo o a otra persona de seguir viviendo”. Y ella es la prueba viviente de que se puede salir bien y rápido de esta cirugía, una vez que llega el donante. Eso sí, desde este sábado tendrá que aislarse y mantener estrictos hábitos de higiene, dieta y medicación por unos 3 a 4 meses hasta el alta definitiva.

La mujer agradeció a todos los que los acompañaron en este momento delicado: desde el intendente de Caucete, pasando por el personal médico y hasta los vecinos del Barrio Conjunto 5 Pozo de Algarrobos.

Ahora Rosa se imagina disfrutando de ser abuela y ayudando a su hijo a montar una feria americana en el frente de su casa. También tiene un sueño muy especial, ahora que puede viajar. Sólo le falta la ayuda material. “Antes de partir deseo ir a la Basílica de Guadalupe en México. Ahí la tengo arriba de la mesa cuidándome”.

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