En octubre se producirá un nuevo aumento de la tarifa de gas que rondará el 30 %, siempre que el usuario no aumente el consumo respecto de los mismos períodos del año pasado. Fue la estimación que informó el Ministerio de Energía ayer, tras la realización de la primera audiencia pública para discutir la próxima reestructuración tarifaria.
El diario La Nación publica hoy que empresas distribuidoras de gas, asociaciones de defensa de los consumidores, representantes políticos y funcionarios de Energía debatieron en el Centro Metropolitano de Diseño de la Capital Federal sobre las distintas propuestas para definir la metodología de adecuación semestral del cuadro tarifario de este servicio.
«El aumento final a partir de octubre en la factura de gas para los hogares, a igual consumo del año pasado, no superaría el 30%, por debajo de lo que se espera sea el alza del IPC en 2018», informó la cartera de Energía.
Como argumento, el ministerio señaló que «la producción nacional de gas sigue en alza por las inversiones que se vienen desarrollando en Vaca Muerta en los últimos 18 meses.
Estas permitieron un incremento interanual en la producción de 4,6% en el primer semestre». Al mismo tiempo, esta mayor producción «permitió una rebaja de un dólar por millón de BTU (de 5,20 a 4,20) en el gas natural para las usinas de generación eléctrica anunciada en agosto de este año».
Según fuentes de distintas entidades que participaron de la audiencia, las distribuidoras solicitaron un aumento en torno del 30%. Hay que tener en cuenta que la factura se compone también con el costo del gas, el transporte y los impuestos.
En base al índice de precios mayoristas (IPIM) del Indec, la empresa Metrogas, por ejemplo, hizo una propuesta de readecuación del 28,82%. «En cuanto al componente distribución -porción de la factura que remunera a la compañía-, la empresa propone una readecuación tarifaria en función de la evolución de los indicadores económicos.
Para ello, consideró la variación del Índice de Precios Internos al por Mayor, cuyo nivel actual es del 28,82%», comunicaron en la compañía.
Uno de los puntos principales del debate en la audiencia fueron los efectos que puede traer aparejados la suba del dólar. En particular, se debatió sobre la problemática con el gas en boca de pozo. El problema es que desde abril -cuando empezó a regir el último aumento- se pactó un dólar a $20 y las productoras de gas consideraron una pérdida por la devaluación.
Las asociaciones de defensa de los consumidores consideraron que la tarifa no debería tener un componente dolarizado, incluso se propuso suspender la audiencia hasta tanto se calme la situación cambiaria, y también propusieron que el aumento se realice teniendo en cuenta los índices de variación del salario, en lugar de calcularse según la inflación.