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Fabio Gelves es sanjuanino y lleva casi 20 años viviendo en Buenos Aires. Fue uno de los postulantes voluntarios, en total 4000, a recibir las dos dosis de vacuna contra coronavirus del laboratorio estadounidense Pfizer, asociado a CAEME. Cumplido el calendario de colocación, asegura que se siente muy bien y una médica le aseguró que está inmune contra COVID.

Papá de dos varones de 21 y 24 años, trabaja como auxiliar portero para el Ministerio de Educación de la Provincia de Buenos Aires y además, tiene un laboratorio de mécanica dental, dice que no se arrepiente para nada. No tuvo coronavirus pero quiso ser parte de la prueba de la vacuna «porque le nació».

«Lo mío es una bendición; me siento como si tuviera 20 años. También debo decir que tuve el coraje de colocarme la vacuna; todos lo tenemos y si la oportunidad se presenta, hay que animarse», destacó el hombre de 51 años a Diario La Provincia SJ. Se colocó la segunda dosis el pasado 11 de septiembre y, a diferencia de lo que ocurrió con la primera, no sintió malestares.

«A los 20 días volví a controles y me extrajeron sangre. A diferencia de las veces anteriores, se dispusieron a hablar más conmigo. Una médica, allí en el Hospital Militar, me dijo: «pregúnteme lo que quiera». Y me saqué las dudas, entre ellas si yo me puedo colocar la vacuna rusa. Y me respondió: «¿para qué Fabio? Si usted está inmune». Me dejó tranquilo y confiado», detalló.

Al sanjuanino le restan aún tres controles más, en el marco de la prueba. «En la próxima, ellos me llamarán y me harán una evaluación a distancia. Todos los viernes, me mandan una encuesta para completar acerca de qué síntomas he tenido y gracias a Dios, no me he sentido mal. Puedo hacer mi vida, con los cuidados que tenemos que tener por el COVID», agregó.

Ahora, optimista y muy orgulloso de haber recibido la vacuna expresó: «aunque el país compre la rusa, yo les digo a quienes me preguntan que hay que vacunarse. Hay que animarse y darle pelea a este virus. Yo me siento orgulloso de haber tenido el apoyo de mi pareja y de mi familia y no me arrepiento. Esto es como en el ciclismo, embalar e ir hacia adelante; tirar y poner todo».

Fabio piensa en viajar a la provincia a disfrutar de lo que ama: el ciclismo. «Ya estoy entrenando para, a fines de febrero, competir en mi provincia», sentenció.

El proceso

A principios de septiembre, Fabio contó a este diario: «me inscribí por algo espontáneo; me surgió. Mi hijo menor tuvo coronavirus, fue asintomático y ya está recuperado; haciendo guardias porque se forma para ser Policía Federal. Estuvo cerca el COVID. Tengo fe en la ciencia y en Dios y puedo decir que me nació ser parte de esto. Quiero aportar desde mi lugar a que pronto, muy pronto esté la vacuna para superar esto. El 11 de septiembre, una movilidad me buscará para llevarme a recibir la segunda dosis», detalló a Diario La Provincia SJ.

El proceso, tras la confirmación que resultó elegido, fue bastante ágil. «Cuando quedé seleccionado, me dieron una charla informativa muy detallada con los requisitos, las posibles consecuencias y todo lo que necesitaba saber sobre la enfermedad.  El día que me colocaron la vacuna estuve a las 17 hs. en el Hospital Militar y permanecí 5 horas. También, me dieron un kit con un termómetro, una barra de cereal, 2 barbijos y alcohol en gel. Me hicieron estudios médicos como análisis de sangre y el hisopado por COVID. Después, me colocaron la vacuna».

Tras ello, Fabio estuvo media hora en control y luego, una movilidad llevó de regreso a su casa en Ezeiza. «Cené con mi pareja, me acosté pero a las 2 de la mañana me dolía mucho la cabeza y el brazo donde me habían puesto la vacuna. Realmente, me alarmé pero aguanté. A la mañana, recurrí a una aplicación en el teléfono, que a uno le dan, para detallar cómo me siento cada día. Informé y me llamaron al instante los médicos. Me explicaron que los componentes están luchando con mis defensas. Una médica me dijo: «te han puesto la vacuna», detalló en referencia a que no le inyectaron el placebo.

Junto con ese dolor de cabeza que le dura entre media hora a 40 minutos, también tuvo molestias en los ojos. «Es como una picazón que va y viene. Pero podría haber tenido fiebre u otras reacciones que me informaron; no he sentido nada más», confirmó.

Y agregó que «la atención médica y el seguimiento es excelente. No me puedo quejar. Además, creo que el hacer deportes me suma mucho. Amo el ciclismo y tengo mi equipo con 3 sanjuaninos, un colombiano y un tucumano. Vamos a correr en la Vuelta a San Juan en la categoría Master C. La última vez que estuve en mi tierra, me acompañó mi pareja Aquilina Barrios que ama el deporte y lo disfruta como yo. Es una bendición».

fuente: diario La Provincia

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