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En una mesa chica se terminaron de acercar posiciones para dejar de jugar a las escondidas y mostrar juntos a los nuevos socios: Sergio Massa y el Frente Renovador con la Unidad Ciudadana y el Partido Justicialista de Alberto Fernández y Cristina Kirchner. En otra reunión Fernández y Massa terminarán de sellar la alianza hoy, probablemente pocas horas antes del límite para la inscripción de los frentes electorales.

Todavía no eran las once de la mañana cuando le avisaron al presidente del PJ, José Luis Gioja, que estaba todo OK y él empezó a hacer llamados telefónicos. Arrancó por los vicepresidentes del partido: Lucía Corpacci estaba en Catamarca y no podía viajar; Rosana Bertone tenía actividad en Tierra del Fuego y a Daniel Scioli, por ahora precandidato presidencial, no lo encontró.  De inmediato se sumaron el intendente de Malvinas Argentinas, Leonardo Nardini; el de Merlo Gustavo Menéndez y el de Escobar, Ariel Sujarchuk; el sindicalista Antonio Caló; Eduardo ‘Wado’ De Pedro como miembro de la mesa de Acción Política y representante de Cristina Fernández y de su hijo Máximo Kirchner; la diputada K Fernanda Raverta (precandidata a intendenta de Mar del Plata); Sergio Palazzo de Bancarios y Carlos Acuña de la CGT.  Gracias a que justo estaba en Capital se sumó Sergio Urribarri, ex gobernador de Entre Ríos y también miembro de la mesa nacional, entre otros. Hubo mujeres, legisladores, intendentes y representantes «del movimiento obrero» como le gusta mencionar a la dirigencia del peronismo.

Cuando la delegación llegó Massa hacía rato estaba trabajando con los suyos, entre ellos los diputados Diego Bossio, Cecilia Moreau y Jorge D’Onofrio a los que se les sumaron los gobernadores Juan Manzur y Mariano Arcioni. Les anticipó lo que muchos se enterarían un rato después: que Miguel Ángel Pichetto había aceptado ser vice de Mauricio Macri.

«Muchachos, acá está todo bien, podemos recrear la esperanza de la gente», respondió Gioja acomodado y feliz junto a Massa después de que el anfitrión les repartiera carpetas con el documento que difundió el sábado último, un programa de gobierno que busca consensuar.

Sobre el final de la charla llegó la confirmación de que Pichetto será el compañero de fórmula del Presidente. «Me da pena que termine así», se lamentó el ex intendente de Tigre según dicen tras haber recibido el llamado del senador.

Bajo la mirada atenta del catalán Antoni Gutiérrez-Rubí se armó la conferencia de prensa con representantes de ambos sectores y del mapa de dirigentes presentes. Gioja, de tan contento que estaba, alentó a Massa y le pidió que él dijera unas palabras antes de que hablaran los representantes de la nueva sociedad.

De los presentes, alguno espió por celular la conferencia de Pichetto mientras que otros prefirieron esperar y verla más tarde vía Internet. Hubo algún chiste y también algún análisis serio respecto a qué puede aportar el senador justicialista a la fórmula oficial. «Para nosotros es mejor que Ernesto Sanz», subrayó alguien que piensa que una apertura hacia el radicalismo le sumaba más a Cambiemos que el peronista. Eso los hizo lanzar la convocatoria a radicales y partidos provinciales. «Nos dimos ese gusto», respondió pícaro a Infobae un dirigente que durante todo el día intercambió llamados con Alberto Fernández y con Cristina Kirchner.

¿Qué hará ahora Juan Schiaretti?, se preguntaron durante la tarde de ayer varios dirigentes cercanos a la fórmula Fernández-Fernández. «Debe estar desorientado», contestó un viejo peronista que lo conoce bastante. Pocos se mostraron sorprendidos aunque en varios cruces telefónicos hubo quienes se lamentaron de la decisión de Pichetto por quien en ese espacio hay quienes a pesar de todo aún le guardan cierto aprecio.

«Es un error de Macri, una elección para 30 cuadras a la redonda de la Casa Rosada», reflexionó un ex diputado que piensa que el senador no aportará votos, ni imagen, ni tiene llegada entre jóvenes ni progresistas. Sí, tiene, admitió, predicamento en el ‘círculo rojo’ como se vio la semana pasada cuando se ganó fuertes aplausos con sus duras críticas al kirchnerismo en su exposición ante el Rotary Club Buenos Aires integrado por empresarios, consultores y representantes de importantes estudios de abogados y contadores, entre otros.

Distendidos, los integrantes de la comitiva peronista que visitaron a Massa en sus oficinas de avenida del Libertador se rieron por la falta de café. La charla tuvo lugar en torno a una mesa larga en la que sólo hubo copas y jarras de agua fresca. El café, las gaseosas y masitas llegaron recién cuando terminaron la charla pero pocos alcanzaron a tomar porque tenían que irse o hablar en la conferencia. Eso sí: la foto difundida en forma oficial por renovadores y justicialistas tiene el logo del PJ y el escudo del partido mientras que en una pantalla se ve el hashtag massista para una nueva mayoría.

Respecto al acuerdo, Massa espera ver su documento firmado antes del anuncio final. De su lado dicen que es condición sine qua non. Del otro lado aseguran que aún no les queda claro si quiere pelear la PASO contra los Fernández pero insisten en que el municipio de Tigre es clave en la negociación. Massa aseguró que quiere ser precandidato a presidente.

El nombre del Frente piden que integre al PJ como convocante y al Frente Renovador como aliado. Es parte de la conversación fina que resta. Y la forma de presentación también, aunque ayer quedó claro que tienen más coincidencias incluso en lo estético que diferencias. Se comparan con los radicales en Cambiemos y eso no lo quieren repetir. Como ejemplo de lo que debe ser describen una imagen de Gutiérrez-Rubí: «Esto es como un plato donde hay papas y porotos. Las papas pueden ser más grandes pero los porotos tienen su forma bien definida y sus características. La unidad no tiene que ser un puré, tiene que ser las papas más los porotos», les aconseja.

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