Spread the love

Alan Nahuelmilla se convirtió en una víctima de un crimen que no cometió. El joven de 17 años fue secuestrado por cuatro hermanos que lo torturaron hasta la muerte por el presunto robo de una TV que nunca tocó.

Patadas en los pulmones y cortes en las orejas con un alicate fueron parte de la sangrienta paliza que le dieron dentro de una casa ubicada en el barrio Máximo Abásolo de Comodoro Rivadavia hasta que murió.

El castigo tenía que ver con el robo de un televisor. Sin embargo, la Justicia de aquella provincia informó que no solo no hubo ninguna denuncia del hurto, sino que “los agresores se pueden haber confundido”.

Marcelo, Ángel, Sebastián y Kevin Ibáñez tendrán que declarar este miércoles ante el juez Alejandro Solís en una causa en la que se los acusa de “privación ilegítima de la libertad seguida de torturas y muerte”, un delito penado con cadena perpetua.

Ángel (33) y Sebastián Iván Ibáñez (26) quedaron detenidos en la noche del lunes, mientras que Kevin fue interceptado en la localidad de Paso de Indios, cuando intentaba huir a Chile. Marcelo, el mayor de los hermanos, directamente se entregó en la comisaría Mosconi, acompañado por el abogado Mauro Fonteñez.

Además de Nahuelmilla, un joven de 19 años cuya identidad se mantiene en reserva también fue brutalmente atacado, pero logró escapar y se recupera en el Hospital Regional,donde apareció moribundo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *