Todas esa premoniciones empíricas de las abuelas, que decían que esos hornos no eran «naturales», refiriéndose a los de microondas, parecen haber cobrado veracidad gracias a recientes estudios científicos. El gobierno japonés decidió deshacerse de todos los hornos de microondas en el país antes de fin de año. Todos los ciudadanos y organizaciones que no cumplan con el requisito son amenazados con penas de prisión de 5 a 15 años, dependiendo de la gravedad del delito.
El motivo de la prohibición de microondas en tierras niponas surgió de una investigación realizada por científicos de la Universidad de Hiroshima, quienes descubrieron que las ondas radioactivas causaban más daño a la salud de los ciudadanos durante los 20 años de uso del horno microondas que el bombardeo nuclear de aviones estadounidenses en septiembre de 1945.
Todos los principales fabricantes de hornos de microondas en Japón ya han cerrado las tiendas de fábrica donde los productos son manufacturados. En 2021 está previsto detener la producción de los hornos de microondas anunciadas en Corea del Sur. En tanto, China planea abandonar este tipo de tecnología en el 2023.
Según los hallazgos de los expertos, la comida, calentada en un horno de microondas, tiene vibraciones desfavorables, en desarmonía con los ritmos universales. Además, los investigadores llevaron a cabo un experimento: se colocan en un horno de microondas 5 cucarachas y dejaron el radiador durante 3 horas en la fuente de 3.000 vatios en el modo de “parrilla”. Como resultado, todos los insectos murieron.
El horno de microondas es, al igual que la mayoría de los inventos, el resultado fortuito de los trabajos un ingeniero que trabajaba en un proyecto relacionado con el radar, llamado “radarange”.
En 1946 el doctor Percy Spencer, ingeniero de la Raytheon Corporation notó sorprendido como un chocolatín en su bolsillo se había derretido. ¿Que había pasado? – Estaba probando lo que se conoce como magnetrón. Las ondas del magnetrón habían afectado al chocolatín al generar la agitación molecular interna, y en consecuencia calentándolo y fundiéndolo, proceso básico del funcionamiento del horno.
Un horno microondas funciona básicamente con un aparato llamado tubo magnetrónico, que convierte la energía eléctrica en microondas de radio de alta frecuencia, estas ondas son “absorbidas” por los alimentos, es decir, las ondas electromagnéticas “agitan” moléculas “dipolares” (en un extremo tienen carga positiva, y en la otra, carga negativa) presentes en los alimentos, como por ejemplo la del agua.
