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Tras el anuncio de Gobierno de los planes para ayudar a productores viñateros, el presidente de la Asociación de Viñateros, Eduardo Garcés, analizó que las medidas son «insuficientes, pero no creo que el Gobierno pueda hacer más». Es que según el productor, la crisis es profunda y ni siquiera los 600 millones que aportará el Estado provincial alcanza para que todos puedan salir adelante.

Para el viñatero hace falta que un sector en particular se sume y tome medidas a la hora de aliviar la crisis de la vitivinicultura: las mosteras. «Hace falta que sinceren el precio, porque en los últimos 10 años el promedio del precio del mosto era de 1393 dólares y el promedio del 2018 fue de 1384 dólares. Entonces no pueden que vendiendo el mosto un poquito más caro no pueden pagar al menos $6 el kilo de uva al productor, en lugar de ofrecer $3».

Sobre las medidas, una por una 

Según el viñatero, la medida anunciada que más impacta a los productores es el préstamo a tasa cero para la cosecha de esta temporada. Además, dijo que hay mucha expectativa con respecto a la posible compra de uva, una medida que no quedará confirmada hasta que no haya acuerdo entre San Juan y Mendoza. Sobre esto, hubo una reunión el pasado martes y la solicitud que hicieron los productores es que la provincia compre 50 millones de kilos de uva en lugar de 20 millones como estaba previsto.

Garcés dijo que los créditos fiscales y devolución de retenciones son una ayuda a sectores más puntuales. Los primeros serán una herramienta fundamental para aquellos productores que tienen duda, mientras que la devolución a los exportadores amortiguará los problemas que acarrea el arancel impuesto el gobierno nacional.

En cuanto al último programa presentado por los ministerios de Hacienda y Producción, la reconvención vitivinícola, Garcés aseguró que es «algo que todavía no hemos analizado, aunque siempre se habló de reconvención vitivinícola que al final fue un fracaso, porque plantamos uva fina y ahora sobra uva fina». Además, el productor dijo que «en el mundo la vitivinicultura es negocio y acá no lo es por las malas políticas».

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