Uno de los coletazos de la inflación galopante es que cada vez se acude más a los carbohidratos para alimentación básica en San Juan por lo costoso que es comprar otro tipo de alimentos, según dijo la titular de la Asociación de Amas de Casa local, Laura Vera. “Nos encontramos con niños con obesidad y desnutrición dado que se acude cada vez más a los carbohidratos, a las harinas, las papas y el arroz para llenar la panza, aunque la calidad alimenticia no es la mejor”, aseguró.
La institución midió para abril la suba de la canasta básica total que fue de un 4,8% respecto del mes anterior, y estableció que una familia sanjuanina necesitó el mes pasado 32.840 pesos para no ser pobre, es decir, para cubrir las necesidades de alimentación, salud, educación, transporte, servicios básicos y vestimenta. En San Juan lo que más subió fueron los alimentos y las tarifas eléctricas, expresó la dirigente en diálogo con Radio Sarmiento. Y en alimentos, midieron más suba en lácteos (sobre todo en queso) y carnes en general.
Los sanjuaninos cada vez eligen más segundas y hasta terceras marcas en pos de conservar la cantidad de productos que compran al mes, todo producto de la disparada de precios. Vera dijo que hay una diferencia con la canasta que publica INDEC porque en San Juan los alimentos son más caros, comparado con Buenos Aires y con otras provincias. Las mediciones de la Asociación son mensuales y abarcan almacenes de barrio, supermercados e hipermercados y relevan productos de primera marca y no ofertas ni precios cuidados.
Sobre las tarifas, apuntó que es cada vez mayor el porcentaje de un salario que se destina a pagar las boletas, cuyos aumentos se aplican cuando aumenta el consumo, por eso ahora se empezarán a notar también en las economías familiares los altos precios del gas.