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Desde el Comité de Covid-19 de la provincia habilitaron nuevas actividades, entre las que se encuentran los eventos sociales, y por ello representantes del sector celebraron la medida que -pese a las restricciones- es un alivio para los 7 meses sin actividad que registraron por causa de la pandemia.

En ese sentido, quienes se desempeñan en ese campo dijeron que a partir del 26 de septiembre -cuando la medida fue anunciada- los teléfonos volvieron a sonar para las consultas de los clientes e incluso hubo contrataciones para el próximo mes. Las fiestas serán diferentes a lo que se acostumbra, pero los ánimos de celebrarlas se impusieron por encima de cualquier protocolo sanitario.

Con capacidad reducida, al 30% en el interior de un salón y al 40% en un espacio al aire libre, las reuniones sociales de este tipo serán de entre 30 a 40 personas aproximadamente, con cuatro integrantes por mesa y hasta la una de la mañana. Para el baile habrá que esperar, porque hasta el momento esa parte tan importante en estas fiestas aún no está permitida. Lo que sí se puede es contar con un show artístico.

«Entre nada y esto, es algo», sostuvo el reconocido organizador de Esteban Vázquez, que agregó: «No es lo ideal, pero es un avance después de estar parados tanto tiempo. Es la vuelta a la actividad, es un alivio y habrá que adaptarse al formato, tanto los clientes como los prestadores del servicio».

El empresario dedicado al rubro indicó que, al estar en contacto con colegas de otras provincias, la perspectiva cambia para bien pues «somos los primeros que estamos volviendo a trabajar» y por eso añadió: «También estamos esperanzados porque haya más apertura en lo que se viene y que la gente cambie los ánimos después de un año tan duro para todos y tenga ganas de festejar».

Otro de los representantes consultados, Claudio ‘Pelado’ López, con experiencia en catering para eventos, coincidió con el incremento de consultas y destacó que la nueva modalidad no sólo se vio forzada por la pandemia y sus restricciones sino también por la economía. «El formato puede venir para quedarse y que los eventos de ahora en más sean cada vez más chicos, por razones económicas que también influyen», sostuvo.

Es que una fiesta para 100 invitados supone un gasto aproximado de 400 mil pesos, con salón, comida, música, vestimenta y demás. Una persona representa un gasto de entre 3.500 y 4.000 pesos. «Con menos gente, la ganancia se reduce y hay que amoldarse y tratar de no perder. En una fiesta con 100 invitados significa 45 empleados trabajando para ella, desde mozos, cocineros, decoradores y más», aseguró.

Muchas celebraciones fueron postergadas para el próximo año, pues pretenden esperar a que las habilitaciones incluyan mayor cantidad de personas y también que haya posibilidad a tener una fiesta con todas las letras. «El 70% de los eventos se programaron para 2021, esto es que muchos cumpleaños de 15 se van a festejar cuando la cumpleañera ya tenga los 16, pero no queda otra, la gente también se la rebusca», cerró López.

fuente: tiempo san juan

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