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Como todos los años este 1 de diciembre se conmemora el Día Mundial en respuesta al VIH, reforzando el lema: “Solidaridad mundial, responsabilidad compartida”

La consiga elegida para conmemorar este día hace foco en la importancia de eliminar el estigma y la discriminación, basando nuestras respuestas en los derechos humanos y adoptando enfoques con perspectiva de género.

Este año, Alejandro Romero accedió a compartir su experiencia para ayudar a desmitificar esta infección y entender que se puede vivir con VIH.

Alejandro participa en la Asociación Civil Jóvenes Positivos San Juan, que trabaja por y para las personas que viven con VIH en la provincia.

Esta asociación adhiere a dos grandes redes nacionales:la Red Argentina de Jóvenes y Adolescentes Positivxs (RAJAP) y la Red de Adultxs Positivxs mayores de 30 años (RAP+30), y es parte en la coordinación nacional de esta última asociación.

– ¿Qué sentiste cuanto te enteraste de que tenías VIH?

– “Cuando recibí mi diagnóstico positivo de VIH sentí que me moría a los tres meses. Considero que esa sensación era producto de la desinformación que yo manejaba en aquel momento, yo en ese momento tenía 25 años. Solo había visto información de VIH o SIDA en una guía, recuerdo haber escuchado o leído algo cuando finalizaba la primaria, donde estaban mezcladas las diferentes patologías como VIH, tabaquismo, alcoholismo, eso no me olvido más, y fue una sola clase, no existía mucha información. La información era brindada desde un lugar súper estigmatizador, se tenía la creencia de que no se debía tocar a las personas que tenían VIH. La situación fue muy fea a la hora de enterarme, porque pensaba que me quedaba muy poco tiempo de vida”.

– ¿Cómo lo viviste?

– Lo viví de una manera muy fuerte, en realidad la noticia me deprimió mucho, tenía muy poca información, lo padecía desde la desinformación, porque al no saber cómo sería mi vida a partir de ese momento, era muy fuerte y duro. No se lo podía contar a muchas personas por miedo a la discriminación, por miedo a que me dejen solo. Fue muy complicado, por mucho tiempo solo lo sabía mi pareja y nadie más, era muy complicado sobrellevarlo en este momento.

– ¿La noticia afectó tu vida diaria?

– Sí, totalmente, me cambió la vida a partir de ese momento, porque a partir de la noticia todo giraba en torno a la infección. Desde el hecho de ver si podía compartir el mate con alguien, de tocar o no las cosas, si era necesario sanitizar los objetos, todo, era ir aprendiendo el día a día.

– ¿Cambió tu manera de pensar?

– Muchísimo y en muchos aspectos. En aquel momento, por el hecho que comentaba anteriormente, todo pasaba solamente por la infección, hasta que fui conociendo sobre el VIH, los tratamientos que existían y a tomar más valor hacia mi salud. Actualmente lo veo desde otro lado, soy mucho más consciente de mi salud, porque sé que debo controlarme regularmente, para conocer cómo es mi estado general, porque creo que todo es prevenible.

Creo que esta pandemia también ha provocado un cambio en la comunidad, hasta marzo del 2020 la gente no era consciente de su salud, iba a un médico por una cuestión grave, hablo de la sociedad en general. Existe una falta de costumbre, pero considero que todos deberíamos realizarnos controles médicos cada año.

– ¿Necesitas algún tratamiento especial?

– Las personas que tenemos VIH necesitamos un tratamiento antirretroviral que consiste en tomar 1, 2 o 3 pastillas para que el virus este controlado en el cuerpo.

– ¿Consideras que la infección te limitó en las actividades diarias?

– La infección no te limita a realizar actividades, yo puedo realizar cualquier actividad como cualquier persona que no tenga VIH. Lo que sí te limita es la desinformación, el no poder conseguir un trabajo, por ejemplo, porque vivo con VIH. Esto tiene más que ver con la desinformación que maneja el empleador a la hora de contratar una persona con VIH, que de la persona que tiene la infección. Es un tema institucional que se manifiesta en los diferentes sectores, a nivel laboral, educativo, sanitario. Creo que lo que limita, y vuelvo sobre lo mismo, es la desinformación que tiene la sociedad sobre el tema.

– ¿Qué diferencia hay entre VIH y sida?

– El VIH es un virus, lo que hace es comerse las células de nuestras defensas, va eliminando estas células y el virus se va replicando, una vez que ingresó al cuerpo, el síntoma que aparece es semejante a un resfrío o a una leve gripe, aunque se considera en realidad que el VIH es asintomático, ya que una persona puede vivir con VIH y no saberlo, y puede no manifestar ningún tipo de síntomas, incluso pueden pasar hasta 15 años para recién manifestarse. Pasado un tiempo, el VIH comenzara a reproducirse o a bajar las defensas del organismo. Como las células de las defensas van a estar tan bajas, cualquier otro virus o cualquier enfermedad va a afectar al cuerpo.

Cuando las células están tan bajas, las enfermedades oportunistas pueden ingresar a nuestro organismo y así este conjunto de enfermedades se convierte en un síndrome y comienza a denominarse sida. Una persona con VIH no significa que tenga sida, si está en este estadio, puede con el tratamiento antirretroviral encapsular el virus.

 

– Además de la medicación, ¿hay que tomar otras precauciones, como por ejemplo para mantener relaciones sexuales? ¿Si no vivieras con VIH qué medidas preventivas tomarías?

– Es una elección de cada persona. En una relación sexual hay una corresponsabilidad siempre y cuando sea de forma consentida, es una decisión libre de cada una de las personas la utilización y el uso del preservativo.

Considero también que una persona que vive con VIH debe utilizar el preservativo para no infectarse o coinfectarse primero que nada y también para no contraer otras infecciones de trasmisión sexual en relaciones sexuales ocasionales.

Creo que cada persona es responsable de su salud y que una persona que vive con VIH y que tiene su tratamiento antirretroviral, si llega a su estado de indetectabilidad, puede tomar la decisión de no utilizar preservativos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha demostrado que una persona indetectable no trasmite el virus, puede tener la libre decisión de no utilizar preservativos. Pero insisto en que existen situaciones de riesgo y debe ser responsable y comprender que no solo existe el VIH sino que hay otras infecciones de transmisión sexual.

Sino no tuviera VIH, es recomendable utilizar el preservativo para prevenir otras infecciones, es fundamental el uso del preservativo en todo momento de la relación sexual.

– ¿Qué consejos le brindarías a la sociedad y a tus pares?

– El mensaje para la sociedad es que es muy necesario e importante hablar de estos temas, porque toda persona sexualmente activa tiene riesgo de contraer la infección, no importa la edad, el género o la orientación sexual, el VIH no discrimina. Por eso es importante hablar de estos temas, tiene que ver con nuestra salud, deberíamos charlarlo porque eso también bajaría muchísimo el estigma y la discriminación de las personas que tenemos VIH y también bajaría la carga que le impone la desinformación.

A los pares les diría que existen organizaciones que tratan estos temas como Jóvenes Positivos San Juan, que trabajan por y para las personas que tienen VIH y que sabemos que muchas veces es muy complicado poder hablarlo con alguien. Primero que nada les garantizamos la confidencialidad. Lo marcamos mucho dentro de la organización porque sabemos y conocemos el estigma y la discriminación que vivimos. Estamos dispuestos a trabajar, charlarlo y sacarnos todas las dudas.

Es importante que conozcan que existen leyes que nos amparan y tenemos derechos, nuestra premisa es cuidar la confidencialidad de los datos y brindar la mejor información a nuestros pares.

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