La ciudad de Lieja fue el escenario de un episodio que las autoridades investigan como un probable acto terrorista. Un hombre mató a tiros a dos mujeres policías, después de acuchillarlas, y al acompañante de un vehículo estacionado. Poco después tomó un rehén en una escuela, antes de ser abatido por fuerzas de seguridad.
El asesino, Benjamín Herman, de 36 años, atacó a puñaladas por la espalda a las dos mujeres y les arrebató sus armas, con las cuales las remató. Luego quiso refugiarse en un vehículo estacionado, en el que se hallaba un joven de 22 años, a quien también asesinó, tras lo cual huyó al edificio de un colegio secundario cercano, donde tomó como rehén a una trabajadora del establecimiento, lugar donde fue abatido tras haber herido a cuatro policías, uno de ellos en estado grave. Todo ocurrió en un lapso de media hora.