Si bien los resultados de las pericias confirmarán con exactitud qué originó las llamas, los propios damnificados reconocieron a los pesquisas que todo se desató luego de que una hija suya, de apenas 2 años, prendiera fuego un colchón con un encendedor en un descuido, indicaron los voceros.

Lo concreto es que el fuego en cuestión de minutos se volvió incontrolable y desde ese dormitorio se extendió al resto de la casa, destruyendo a su paso casi todos los muebles, una heladera, un TV, una cocina, un juego de sillas con mesa, camas y otras cosas menores que había en la propiedad. La misma tiene paredes de ladrillos, pero el techo era de palos y cañas y parte del mismo se vino abajo. Con el trabajo pericial también se podrá saber si la vivienda quedará o no en condiciones de ser habitada.

El jefe de familia se llama Jairo Bustos (25), un albañil que  estaba muy amargado por las pérdidas. Su consuelo era que tanto él como sus hijos pudieron salir a tiempo y ninguno terminó herido.

Al darse cuenta de las llamas, los primeros que socorrieron a la familia fueron los vecinos del loteo, ubicado en las afueras del departamento caucetero. Y al rato llegaron los Bomberos del Cuartel Nro. 5. El personal que intervino fue el oficial Julio Atámpiz, el cabo primero Eduardo Arias, el sargento Juan Capdevilla y los agentes Gonzalo Sillero y Lucas Giménez.