Una joven sanjuanina decidió contar lo sucedido en un boliche de la capital de San Juan, ubicado sobre avenida Rawson, entre Saturnino Sarasa y José Manuel Estrada.
Según relata en sus redes, comenzó a sentirse mal repentinamente, sin haber consumido nada de alcohol. Comenta haber sentido una opresión en el pecho y falta inexplicable de aire, algunos de los síntomas de la burundanga.
Afortunadamente, la joven recibió asistencia de sus amigos y un remisor logró llevarla hasta su domicilio. Pero ella quedó muy asustada y decidió hacerlo público, para que las demás jóvenes tomen precauciones.
“Me llena de dolor. Sé que no soy la primera a la que le pasa esto y tengo mucho miedo por las demás”, cuenta María Fernanda.